Hay quienes dicen que los años pesan y que después de los 30 todo pesa aún más, mucho más, que a pesar de que aun no eres demasiado adulto lo cierto es que tampoco ya eres ese joven como quieres seguir creyendo.
Definitivamente las mujeres pasamos por miles de etapas a medida que pasan los años nuestros hábitos van cambiando, tanto que llega el momento en que ya nada vuelve a ser como antes.
1. Viajes
Hace unos años ir de viaje era agarrar tu equipaje un par de ropas deportivas, algunas prendas sexys y con un poco de efectivo ya podías ir donde sea con algunas amigas o el novio, hospedarte en un motel de paso solo para dormir y seguir el rumbo al día siguiente con mucha energía.
Ahora que has llegado a los a 30 prefieres ir de vacaciones a lugares más tranquilos, descansar, disfrutar de un buen paisaje, o admirar el arte con tu pareja.
2. Salidas con amigos
Antes de los 30 no importa la hora o los días una llamada era suficiente, todas y cada uno de tus amigos estaban listos para ir al cine, a tomar un café o ir de fiesta, pero pasando la barrera de la tercera década, encontrar a una amiga por casualidad necesita la alineación de los astros, y concretar un encuentro entre todos es más complicados que el libro de Baldor.
3. Muestras de amor
No puedes olvidar que los encuentros amorosos con tu pareja lo hacías luciendo prendas sexys, te tomabas el tiempo en planear como sorprenderlo, elegir esa prenda de color rojo o negro para infartarlo y así demostrarle cuanto lo amas, ya pasando los 30 te tomas el tiempo pensando que cocinar para sorprenderlo, porque sabes que después del sexo lo que más ama tu esposo es tu comida, o el detalle de que le prepares algo más hogareño.
4. Los mensajes en pareja
Te despiertas y revisas el celular, encuentras cientos de mensajes, las amigas que te invitan al club, o para ir de shopping, tus compañeros de trabajos organizando un after office, tu familiar invitándote a almorzar, el novio que quiere ir al cine esta noche, etc. Pero cuando ya eres una mujer de 30 abres tu celular y llegan notificaciones de los vencimientos a pagar, recordatorios de reuniones, entre otras responsabilidades.
5. Si aún no tienes hijos
Todas hemos pasado por épocas en las que por diversas cuestiones teníamos un retraso de días en tu periodo, y la angustia era desesperante, vas a la farmacia compras una prueba de embarazo y con ansias deseas que el resultado sea negativo.
Y cuando ves solo una raya saltas de emoción, pero llegado los 30 esto se revierte, de alguna manera, vas con la misma ansiedad de saber el resultado de los análisis y si marcan ambas rayas saltan juntos de alegría, por obvias razones, ya estas preparada para afrontar una etapa como esa.
6. Soledad
Llegas del trabajo y encuentras tu departamento solo, tomas el celular llamas a tus amigos, o al novio, a quien sea para que te acompañe, extrañas a todos, sientes que no puedes estar sin gente a tu alrededor sin embargo después de los 30, un minuto a solas es un paraíso, sin ruido, el silencio y la soledad se convierten en algo valioso y hermoso para estar en paz contigo misma por un momento.
7. Las llamadas de mama
Salías de fiestas con tus amigas, al día siguiente sonaba el celular unas 25 veces, lo abres y ves el número de mama que angustiada quería saber si estabas bien, si no te falta nada, o solo para saludarte y hacerte saber cuánto te extraña, cuando ya eres una mujer de 30 eres tú la que la aturde con cientos de llamadas para pedirle consejos, ayuda, o simplemente para hacerla saber lo mucho que la extrañas.
Finalmente comprendes que estas madurando, pero la vida sigue y cada etapa hay que vivirla al máximo, recuerda que aun eres joven pero ya con experiencia.
No te desesperes! Recién estás empezando a vivir!